La vitamina C
también conocida como ácido ascórbico y es la más popular de las vitaminas.
Interviene en
el crecimiento de los huesos y dientes, curación de las heridas, prevención de
infecciones, el correcto funcionamiento de los nervios y el cerebro, mantiene
saludables la piel, glándulas adrenales y capilares, encías y cabello;
incrementa la absorción del hierro en el cuerpo, colaborando con la formación
de la hemoglobina, y es importante en la formación del colágeno.
Suele
encontrarse en el kiwi, guayaba, toronja, mango, papaya (lechosa),
piña, fresas, frambuesas, moras, arándanos, melón, limón, pasas, verduras
verdes, papas, tomates, pimientos, brócoli, coles de Bruselas, coliflor,
espinaca, repollo, tomates.
Deficiencias de esta vitamina genera anemia, encías
sangrantes, disminución de la capacidad para combatir infecciones, disminución
de la tasa de cicatrización de heridas, resequedad y formación de mechones
separados en el cabello, tendencia a la formación de hematomas, gingivitis
(inflamación de las encías), sangrados nasales, posible aumento de peso debido
al metabolismo lento, piel áspera, reseca y descamativa, dolor e inflamación de
las articulaciones, debilitamiento del esmalte de los dientes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario