El balance
ácido-alcalino del cuerpo humano es crítico para una buena salud. No se puede pensar en
individualizar una dieta sin considerar sus efectos sobre el balance del pH.
Estamos generando constantemente desperdicios ácidos del metabolismo que
deben ser neutralizados o excretados de alguna manera para que la vida sea
posible. Los humanos, por ende, necesitamos un constante consumo de alimentos
alcalinos para neutralizar esta continua generación ácida.
Cuando se
habla de alcalinidad y acidez, se hace referencia directa a una escala medible
que va del 0 al 14 denominada pH o Potencial de Hidrógeno. Se tiene mayor
acidez cuando los valores están cercanos al 0, mayor alcalinidad cuando estos
se acercan al 14 y justo en 7 se alcanza el equilibrio, el pH es neutro.
En la
sangre por lo general en una persona sana, este se ubica entre 7,35 y 7,45
presentando una ligera alcalinidad. La importancia radica en que la función
principal de este vital líquido es el transporte del oxígeno (que se adquiere a
través de la respiración) hasta las células que componen nuestro organismo para
nutrirlas, eliminar residuos y para que estas tengan la capacidad de renovarse
constantemente; pero cuando se incrementa el nivel de acidez,
se pierde la capacidad de almacenar oxígeno y por tanto se pierde eficacia
en la eliminación de residuos, es justo allí donde comienza a manifestarse la
enfermedad. Se hace necesario aclarar, que todo lo ácido no es que sea
malo o lo alcalino sea bueno, dado a que ambos de necesitan y se complementan,
el problema son los excesos. A la acidez en la sangre se le asocian ciertas
enfermedades, incluyendo ataques cardíacos, envejecimiento
prematuro y la obesidad. Cuando la sangre pierde su equilibrio busca mecanismos
para preservar el mismo, depositando el exceso de ácido en los tejidos,
lo cual genera reuma y problemas circulatorios; también busca recurrir a
sus reservas alcalinas (calcio, magnesio, potasio) depositados en huesos y
articulaciones, lo que provoca descalcificación y desmineralización.
Hay una variedad de causas para el desbalance
ácido-alcalino, pero la dieta es el factor principal. Generalmente, si nuestra
dieta incluye muchos alimentos ácidos tales como: grandes cantidades de carnes,
embutidos, enlatados, leche pasteurizada, grasas, azúcar y exceso de
proteína en general, en personas de cierta estructura, su cuerpo se vuelve
ácido. Si se consume muchos alimentos alcalinos tales como: frutas, vegetales y
algas marinas, con esa misma estructura, se puede volver a alcalinizar el
cuerpo.
Investigaciones alrededor del mundo concuerdan que una
relación óptima de ingestión ácido-alcalina es aproximadamente de 80% alimentos
alcalinos y 20% alimentos ácidos, pero cada individuo debe encontrar su propio
balance. Aun así, se puede decir que, comúnmente, aquellas personas que consumen
carne diaria, tienen un porcentaje mayor de acidez en su cuerpo que aquellas
personas que consumen carne ocasionalmente. Una dieta vegetariana puede
mantener un balance adecuado del pH ácido-alcalino sin importar la
constitución.
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