martes, 1 de julio de 2014

Alcalinidad y Acidez balance para una buena salud

El balance ácido-alcalino del cuerpo humano es crítico para una buena salud. No se puede pensar en individualizar una dieta sin considerar sus efectos sobre el balance del pH. Estamos generando constantemente desperdicios ácidos del metabolismo que deben ser neutralizados o excretados de alguna manera para que la vida sea posible. Los humanos, por ende, necesitamos un constante consumo de alimentos alcalinos para neutralizar esta continua generación ácida.

Cuando se habla de alcalinidad y acidez, se hace referencia directa a una escala medible que va del 0 al 14 denominada pH o Potencial de Hidrógeno. Se tiene mayor acidez cuando los valores están cercanos al 0, mayor alcalinidad cuando estos se acercan al 14 y justo en 7 se alcanza el equilibrio, el pH es neutro.

En la sangre por lo general en una persona sana, este se ubica entre 7,35 y 7,45 presentando una ligera alcalinidad. La importancia radica en que la función principal de este vital líquido es el transporte del oxígeno (que se adquiere a través de la respiración) hasta las células que componen nuestro organismo para nutrirlas, eliminar residuos y para que estas tengan la capacidad de renovarse constantemente; pero cuando se incrementa el nivel de acidez, se pierde la capacidad de almacenar oxígeno y por tanto se pierde eficacia en la eliminación de residuos, es justo allí donde comienza a manifestarse la enfermedad. Se hace necesario aclarar, que todo lo ácido no es que sea malo o lo alcalino sea bueno, dado a que ambos de necesitan y se complementan, el problema son los excesos. A la acidez en la sangre se le asocian ciertas enfermedades, incluyendo ataques cardíacos,  envejecimiento prematuro y la obesidad. Cuando la sangre pierde su equilibrio busca mecanismos para preservar el mismo, depositando el exceso de ácido en los tejidos, lo cual genera reuma y problemas circulatorios; también  busca recurrir a sus reservas alcalinas (calcio, magnesio, potasio) depositados en huesos y articulaciones, lo que provoca descalcificación y desmineralización.
Hay una variedad de causas para el desbalance ácido-alcalino, pero la dieta es el factor principal. Generalmente, si nuestra dieta incluye muchos alimentos ácidos tales como: grandes cantidades de carnes, embutidos,  enlatados, leche pasteurizada, grasas, azúcar y exceso de proteína en general, en personas de cierta estructura, su cuerpo se vuelve ácido. Si se consume muchos alimentos alcalinos tales como: frutas, vegetales y algas marinas, con esa misma estructura, se puede volver a alcalinizar el cuerpo.

Investigaciones alrededor del mundo concuerdan que una relación óptima de ingestión ácido-alcalina es aproximadamente de 80% alimentos alcalinos y 20% alimentos ácidos, pero cada individuo debe encontrar su propio balance. Aun así, se puede decir que, comúnmente, aquellas personas que consumen carne diaria, tienen un porcentaje mayor de acidez en su cuerpo que aquellas personas que consumen carne ocasionalmente. Una dieta vegetariana puede mantener un balance adecuado del pH ácido-alcalino sin importar la constitución.


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