Los bombillos de bajo consumo fueron diseñados para
ahorrar energía en beneficio del medio ambiente. Sin embargo, estos bombillos
ahorradores, llamadas “ecológicas”, se están convirtiendo en un peligro para
nuestra salud y para nuestro entorno, ya que si caen al suelo y se rompen
liberan mercurio, una sustancia altamente tóxica.
Además de que aun estando en
funcionamiento e intactas, emiten sustancias orgánicas volátiles como el
fenol o el tetrahidrofurano (cancerígenas), a parte de otras sustancias
que pueden dañar el sistema nervioso y el hígado. Así mismo, la contaminación
electromagnética que emiten es mucho más alta que la de las
bombillas incandescentes, lo cual puede producir problemas
neurológicos.
Veamos que peligro entrañan estas
bombillas ecológicas
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